VIRGEN NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA



HISTORIA

    Los primeros datos escritos del Santuario de la Virgen de la Esperanza datan del siglo XVII, si bien existen fundamentos para pensar que la Virgen es venerada desde mucho antes.

VIRGEN EN P. SAN PEDRO APOSTOL (MES DE MAYO)
    Cuenta la leyenda que un pastor que guardaba su ganado en estas cuevas, excavadas por las aguas del río, encontró la imagen  “La Pequeñica”, seguramente olvidada por algún caballero cristiano. El pastor comunicó de su valioso hallazgo a las autoridades eclesiásticas y civiles de Calasparra, que con los habitantes del pueblo vinieron alborozadas y quisieron llevarse la imagen para ser venerada en el pueblo.

    Dice la leyenda que la Virgen se hizo tan pesada para su tamaño, que todos comprendieron que era aquí, en la cueva, donde deseaba ser venerada, y decidieron, por tanto, acondicionarla.

    El porqué y cuándo se colocó junto a la Virgen de la Esperanza (La Grande), la “Pequeñica” (La Aparecida), no se sabe con exactitud, pero sí se conoce que en el año 1786 ya se veneraban juntas, y que en 1840,  fue nombrada la primera patrona de Calasparra.

    A principios del siglo XVII Dña. Juana Sánchez, viuda adinerada de Mula, donó la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, la Virgen grande, concretamente en el año 1617. Esta imagen es la que actualmente se venera en la ermita y que, junto con la de "La Pequeñica", atrae al Santuario a multitud de personas.

OBRAS

Virgen de la Esperanza. La Pequeñica o la Aparecida
    La pieza es un pequeño busto de la Virgen tallado en madera policromada, conocida con el sobrenombre de la 'Pequeñica' por su minúsculo tamaño.
Se trata de un busto, o escultura de medio cuerpo. Es la imagen de la Virgen que mira de frente con las manos juntas en actitud de oración. Lleva vestido en tono marrón claro con manto azul y bordes dorados. La cabeza está cubierta con un velo en color beige, bajo el cual se encuentra el cabello recogido y divido en dos partes muy simétricas.
    El origen de esta devoción arranca con el legendario hallazgo de la imagen en el interior de la cueva, cuando un pastor buscaba refugio. El descubrimiento fue comunicado inmediatamente a las autoridades de Calasparra, que organizaron el traslado de la talla hasta la ciudad con el fin de depositarla en alguna de las iglesias de la villa.
    Cuenta la leyenda que en el momento del traslado, cuando intentaron sacarla de la gruta, la imagen alcanzó un peso desproporcionado con relación a su pequeño tamaño Los aldeanos explicaron este hecho como que la Virgen había escogido aquella cueva para ser venerada allí y no en otro lugar, negándose así a ser trasladada.
    A lo largo del tiempo ha sufrido numerosas intervenciones, algunas con bastante desacierto, ya que se ha ocultado e incluso forrado el tratamiento original de la obra, lo cual es fundamental para establecer su cronología exacta, al mismo tiempo que dificulta el estudio de calidades y la asignación del autor.

Virgen de la Esperanza. La Grande

    Talla en madera policromada. Imagen de vestir. Se trata de la imagen de la Virgen, que  mira de frente con los brazos abiertos para acoger a los feligreses en su regazo.
    Como típica imagen barroca, lleva postizos, tales como el pelo, los ojos y las pestañas.   
    La cabeza parece ser el único elemento original, siendo entroncado con posterioridad a éste el volumen de cuerpo, brazos y finalmente la devanadera.
    En cuanto a sus rasgos, los ojos son grandes, las orejas pequeñas y ligeramente subidas, por su parte, la nariz es larga en proporción a la estrechez de la boca. Las manos no son las originales.
Posee un ajuar compuesto de varios vestidos, mantos, y pendientes. Porta una corona sencilla enmarcada por un nimbo bastante esplendoroso. Los pendientes son alargados, el vestido de color beige, simulando dos piezas. La superior con forma de corpiño, en un color tostado bordado en tonos azules y dorados. Por debajo de esta prenda se percibe una camisa de la que asoma en el cuello y en las mangas la puntilla. La falda en color más claro y con bordados a juego, se abre en forma de campana hacia los pies. El manto blanco-beige, bordado con motivos florales en color azul y dorado que combinan con el vestido.
    Fue adosada a la imagen primitiva de 'La Pequeñica', teniendo constancia de tal disposición ya en 1786. Debido al tamaño de ambas, se ha denominado a la que en estos momentos nos ocupa como 'La Grande'.
Ha sufrido muchos retoques a lo largo del tiempo, de ahí que la policromía no sea la original. Tampoco las manos, como ya se ha mencionado.
Observaciones:
    Fue donada por Juana Sánchez en 1617. En 1840, fue nombrada la Virgen de la Esperanza Patrona de Calasparra.
En el mes de mayo es trasladada en procesión a la iglesia parroquial de san Pedro Apóstol. El pueblo de Calasparra le atribuye acciones milagrosas, acudiendo a ella cuando la sequía amenaza las cosechas.
    Dicha imagen se venera junto con 'La Pequeñica', la cual se encuentra ubicada a sus pies, constituyendo un caso poco usual en la iconografía mariana.

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